![]() | ![]() |
|
|
ALTRI DOCUMENTI
|
||||||||
Los toros son una de las tradiciones españolas
más conocidas en todo el mundo, aunque al mismo tiempo una de las más
polémicas.
Esta fiesta no existiría si no existiese el toro bravo. El origen de
esta raza de toros la encontramos en el primitivo urus o bos que
no habitó exclusivamente en España, pero sí es en este país donde encontró su
preferido asentamiento conservandose hasta nuestros días. En otras regiones,
donde también había habitado en tiempos muy remotos, terminó siendo una especie
exterminada, por considerarse una variedad zoológica arcaica.
Ya en la Biblia encontramos referencias al sacrificio de toros bravos en
holocausto de la divina justicia, considerándose al toro como símbolo de
fortaleza, fiereza y 727g64h acometividad. Y de este modo encontramos igualmente
referencias a los holocaustos religiosos que celebraban los íberos. En
ellos sacrificaban a los toros bravos desafiándoles en espectáculos públicos.
Otro importante precedente histórico se considera a los ejercicios de la caza del
uro en la que se dieron los primeros enfrentamientos en los que más
importante era la habilidad y destreza que la propia fuerza física. Es quizás en estas tradiciones tan
antiguas donde podemos encontrar el origen de las corridas de toros.
Se ha considerado frecuentemente que el origen de la
Plaza, Redondel o Coso, como queramos denominarlo, se encuentra en el circo
romano. Sin embargo parece
aún más cierto que se remonta a épocas mucho más antiguas, ya que los templos
celtibéricos, donde se celebraban sacrificios de reses bravas en honor de sus
dioses tenían esta forma. Se pueden aún visitar los restos de un templo de
estas características en la provincia de Soria, cerca de Numancia, donde
existen evidencias de la celebración de estos ritos.
No es sin embargo menos cierto que la influencia
grecorromana con su afición por el circo, tuvo una gran importancia en el
sentido de acentuar el carácter de espectáculo y hacer desaparecer el papel que
ocupaba como rito y holocausto religioso. Siendo esta ficción circense otro
precedente de nuestras corridas de toros.
La única excepción histórica a la continuidad hispana en la celebración de las
corridas de toros y en su afición a la misma la encontramos en la España
musulmana, donde se prohibieron tales celebraciones por considerarse
abominables. Sin embargo la España medieval mantiene el espectáculo, si bien de
otro modo como un deporte de la nobleza. El señor feudal, a lomos de un caballo
y armado con una larga caña, a modo de lanza, mantendría una lucha
contra el toro bravo, demostrando en ella su habilidad y dotes de buen
caballista. Se considera a esta suerte de cañas el precedente más
directo de lo que es hoy el rejoneo.
Las corridas de toros como hoy las conocemos nacen en el siglo XVIII, cuando la
nobleza abandona el toreo a caballo y la plebe comienza a hacerlo a pie,
demostrando su valor y destreza. Así se lee en crónicas de la época como un deporte elitista se convierte en
plebeyo. Al principio no existían tercios, orden ni reglas en las cuadrillas.
Es Francisco Romero el primer diestro que pone orden a la fiesta y el
creador de la muleta tal y como hoy la conocemos.
España cuenta con un gran número de aficionados a las
corridas de toros. Estos consideran la corrida como un bello espectáculo, un
Arte y una manifestación de cultura ancestral que ha sobrevivido hasta nuestros
días, al igual que el toro bravo. Y muy al contrario de lo que muchos piensan,
no encuentran el placer en la tortura o en la pura muerte del toro, sino que lo
que realmente aprecian es el valor y destreza del torero. El público se
concentra en el torero, al que se le aplauden los más artísticos movimientos en
momentos en que un individuo normal no tendría más deseo que abandonar las
formas y "salir corriendo".
¿En que consiste una corrida?
Explicar en que consiste una corrida de toros
es tarea ardua, ya que supone encorsetar a un espectáculo que es muy diferente
a todos los demás y de otro lado porque como todo arte siempre es diferente.
Sin embargo podemos considerar un rito y unas pautas que se repiten casi
siempre, y éstas son las que vamos a describir:
En una corrida generalmente se lidian (torean) seis toros, de los cuales dos
torea cada torero. Los toreros realizarán su faena por orden de antigüedad, la
cual viene dada por la fecha de su "alternativa" (especie de de
licenciatura). Así al primer torero le tocará lidiar el primer toro, al segundo
el segundo y al tercero el tercer toro, continuando con el cuarto el primer
torero y así sucesivamente.
El comienzo de la corrida se abre con el paseíllo, especie de cortejo
por el que desfilarán ante el público todos los que intervienen directamente en
la corrida. Abren este cortejo los dos alguacilillos que van a caballo, y
atraviesan la plaza para dirigirse a la Presidencia y pedirle simbólicamente la
llave de la" puerta de los toriles" (donde se guardan los toros). Detrás van los tres toreros, seguidos
respectivamente por los miembros de sus cuadrillas, compuestas por tres
banderilleros y dos picadores. Apareciendo al final del cortejo los mozos y
mulas de arrastre (que son los encargados, una vez muerto el toro, de retirarlo
de la plaza).
Cuando la llave ha sido entregada y el cortejo se ha
retirado, se abre la puerta de toriles. El toro saldrá a la plaza, y con ello
comienza la lidia. El torero mantendrá en todo momento un diálogo y una lucha
con el animal, tratando de someterlo para conseguir esa simbiosis entre el
hombre y el animal salvaje. La
corrida se divide en tres partes denominadas tercios que se marcan con
un toque de clarín. En el primero de ellos el diestro
torea con el capote Con un toque de clarín se indica que salgan los dos
picadores al ruedo, situandose cada uno de ellos en un extremo de la plaza,
pero sólo uno ejecuta esta "suerte".
En el segundo tercio se ejecuta la "suerte de banderillas", en la que
los "subalternos" , "banderillero" o "toreros de
plata" como queramos denominarlos ponen al toro tres pares de banderillas.
En el último tercio el torero ejecutará la "suerte suprema", en la
que toreará con la muleta en vez de con el capote para, al final, tomar la
espada y matar al toro. Estos son los momentos más dificiles de toda su labor,
pues en ellos debe conseguir que el toro le embista aprovechando el momento
para clavar su espada o estoque en el corazón del animal. Es cuestión de
escasos segundos, y en ellos sólo debe concentrarse en acertar en un punto muy
concreto cuando en toro en movimiento está intentando embestirle, es quizás
aquí cuando el diestro expone más abiertamente su cuerpo ante el toro. Es a
toda esta lucha a la que se ha considerado una obra de arte viva y efímera.
Si la faena del torero así como el haberle dado muerte con una buena estocada,
ha transmitido al publico todo ese cúmulo de sensaciones positivas, el público
premia al torero. Los trofeos serán una o dos orejas del toro lidiado, y como
máximo el rabo. El público solicita al presidente los trofeos moviendo
simbólicamente los pañuelos, siendo el presidente de la plaza el que decidirá
en última instancia accediendo a las peticiones del público. El mayor honor
para el torero tras una extraordinaria faena es el de salir del ruedo a hombros
de la multitud. Todas las incidencias que pueden ocurrir a lo largo de una
corrida, así como todo lo que a ésta rodea, está regulado por "El
reglamento de espectáculos taurinos".
Privacy |
Articolo informazione
Commentare questo articolo:Non sei registratoDevi essere registrato per commentare ISCRIVITI |
Copiare il codice nella pagina web del tuo sito. |
Copyright InfTub.com 2025