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PEDRO CALDERON de la BARCA (1600 - 1681) "EL ALCALDE DE ZALAMEA" (1642 aprox.)

letteratura spagnola



PEDRO CALDERON de la BARCA


"EL ALCALDE DE ZALAMEA"

(1642 aprox.)



I.  LA BIOGRAFIA DEL SILENCIO: PEDRO CALDERON DE LA BARCA


Son muchas las lagunas en la reconstrucción de la vida del dramaturgo Pedro Calderón de la Barca y abundantes las falsedades que han circulado por culpa de su primero biógrafo (Juan de Vera Tassis), y no pocas las sombras por pudor y ocultamiento del propio Calderón.




Pedro Calderón de la Barca Henao de la Barrera Riaño nació en Madrid en 1600 (aunque en la Verdadera quinta parte de sus comedias se afirma que nació en 1601).

El otro gran dramaturgo, que llena con su vida y obra el primer tercio del 1600 es Lope de Vega.

Es fuerza comparar los dos grandes dramaturgos del 1600 y mostrar el abismo que separa sus vidas: Lope nos dejó testimonios de su constante aventura, haciendo literatura de su vida, mientras que Calderón deja en las sombras los secretos de su intimidad y sintió gran pudor ante los acontecimientos de su juventud.


Calderón es un hidalgo, pues su padre era secretario del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda (llevaba la contabilidad) y su madre descendía de un señor flamenco. Nace, pues cortesano y esto predetermina sus estudios y el hecho de que fuera destinado a ocupar la capellanía que su abuela materna había fundado (capellanía = fundación establecida por una persona adscribiendo algunos bienes suyos al pago de una pensión a un clérigo para que diga misas o celebre otros cultos).

A este fin entró en el Colegio Imperial de los Jesuitas (en Madrid) donde estudió, pero sobre todo allí se imbuye del espíritu jesuítico que será decisivo por su teatro.

Luego estudia en la Universidad de Alcalá de Henares y al año siguiente en la famosa Universidad de Salamanca, donde obtiene el titulo de Bachiller en Cánones.


Sus primeras producciones literarias se remontan a 1620, año en que participa en un torneo poético en Madrid; no obtiene premio pero recibe el elogio de Lope de Vega.

En cuanto a su producción dramática, su primera obra que puede ser fechada con rigor es Amor, honor y poder (de 1623) y de este mismo año son La selva confusa y Los Macabeos (con marcadas influencias de Lope, a pesar de su originalidad).

En 1622, en otro torneo poético, obtuvo primer y segundo premios.


A su mayoría de edad, Calderón tuvo que decidir si ordenarse de sacerdote. Decide no ordenarse y comienza a escribir obras literarias.

Quizás participó en las campañas militares de Flandes e Italia (de 1625 a 1635), y esto supondría que Calderón habría conjugado las letras con las armas, siguiendo el viejo ideal renacentista. Obviamente no hay certeza de esto pero determinadas alusiones militares, el modo de tratar la violencia, etc. se explicarían y justificarían por su participación en las campañas militares de Flandes e Italia.


En 1630 comienza su éxito como dramaturgo, elogiado por Lope de Vega. Hasta 1651, cuando recibe órdenes sagradas, Calderón escribe teatro profano principalmente para palacio pero también para los públicos corrales de comedias (como Lope y sus discípulos).

Con la inauguración del Coliseo del Buen Retiro (en 1634) Calderón será el proveedor habitual de este teatro real. No en vano se inauguró con la obra de Calderón El nuevo palacio del Retiro. En 1635 Calderón fue nombrado director de las representaciones en palacio.

Durante los años 30 y 40 Calderón escribió comedias de capa y espada, comedias mitológicas para palacio y sus primeros autos sacramentales: es la época de la gran productividad de Calderón.


Calderón jamás hizo publicar ninguna obra suya y las que se imprimieron fue contra su voluntad (solamente años después se ocupará personalmente de la edición de sus autos).


Su producción dramática decrece considerablemente en la década del 40 al 50, pues a su ocupación militar hay que añadir el cierre de los teatros por 5 años durante los cuales sólo se permitían las obras religiosas.

Podemos llamar este periodo para Calderón como el de la biografía del silencio, un periodo de reconcentración en si mismo, con una vida ejemplar sin la profanación de los hábitos como el pasional Lope, pero el dilema entre el sacerdote y el autor de comedias no tardó en nacer también en él.

Por eso decide no escribir más obras profanas para los teatros públicos madrileños, pero continuó escribiendo para palacio piezas mitológicas y musicales, como El laurel de Apolo, La púrpura de la rosa y Celos aun del aire matan.


No obstante, la principal dedicación del Calderón dramaturgo y sacerdote es el auto sacramental que era una forma de predicar y enseñar teología mediante la prefiguración y el simbolismo.

En 1663 abandona Toledo para regresar a Madrid, por motivos de salud y para poder vigilar las representaciones de sus obras.

En 1680 escribe su última comedia palaciega, Hado y divisa de Leónido y Marfisa.


Calderón murió en 1681, escribiendo hasta el final de su vida; fue enterrado con gran asistencia de fieles, aunque en le testamento había pedido un entierro humilde.


Calderón fue buen cortesano que gozó del amplio favor de reyes y nobles y del aplauso publico y, aunque no llegue a la fecundidad de Lope, escribió muchas comedias, autos sacramentales, sainetes, loas, entremeses, farsas y abundantes poesías.



autos sacramentales → composiciones dramáticas breves, generalmente alegóricas y con personajes bíblicos.


sainetes → piezas teatrales jocosas, en un acto, generalmente de carácter popular.


loas → introducción que se recitaba antes de empezar una obra teatral, alabando a alguna persona ilustre a quien se dedicaba, pidiendo benevolencia al público, etc.


entremeses → piezas de teatro jocosas, en un solo acto, que solían representarse entre una y otra jornada de la comedia.


farsas → obras teatrales breves de carácter cómico.




Calderón de la Barca, ocultador celoso de su intimidad, moderado en le hablar de si mismo, de sus aventuras y amores, reconcentrado meditativo y lector atento: en suma, Calderón es el envés de Lope pero además de las muchas oposiciones hay abundantes coincidencias.


Calderón fue un maestro en el arte del enredo, como en La dama duende, donde pinta con gracia los personajes femeninos, una comedia de equívocos amorosos en un escenario totalmente barroco.

Pero la obra maestra del teatro barroco de Calderón es La vida es sueño, que presenta asuntos amorosos, políticos y existenciales.

Los personajes son: Clarín el gracioso (personaje que, en una obra teatral, tiene el papel de hacer y decir cosas que hacen reír) que cree poder burlar la propia muerte y enseguida morirá; Rosaura, la mujer vestida de hombre en busca de su caballero y protagonista de una metamorfosis barroca que le permite seducir como hombre y como mujer (es un personaje ambiguo); Segismundo, que advierte la imposibilidad de distinguir entre vida y sueño pero al final no le importa porque lo que importa es obrar bien. El hombre se encuentra ante enigmas que no entiende y al fin descubrirá que todos es sueño, que todo es efímero.


En el auto sacramental El gran teatro del mundo, la vida no es sueño sino comedia. El mundo se hace teatro para representar la vida humana: la entrada a la escena es la cuna, la salida es la sepultura; la vida es apariencia, teatro y el hombre es el recitante, el actor.

Todos, desde el rey al labrador, desde el rico al pobre, tienen su papel.

Es una obra no sólo religiosa (pues desarrolla el tema del libre albedrío) sino existencial pues el hombre es un peregrino en su existencia, representa su vida en el gran teatro del mundo bajo el control de su Autor (es decir, Dios) en un clima de confusión barroca.  




II.   LA DRAMATURGIA CALDERONIANA



v ¿Dos estilos? Evolución dramática


En la dramaturgia de Calderón podemos hablar de dos estilos (que no se suceden cronológicamente) en la obra de Calderón:

el primer estilo es de tipo manierista (un estilo de corte, refinado, fantasioso y rebuscado);

el segundo estilo manifiesta rasgos barrocos (es decir, la complejidad en la forma y una intensa expresividad).


El primer estilo continúa el realismo del drama de Lope (y sus coetáneos) pero añade el estilo conciso, la simplificación de la trama y el esquematismo, como en las comedias costumbrista y de capa y espada.

Este primer estilo se caracteriza por la brevedad: hay pocos elementos barrocos, dominan las oraciones breves, sin subordinación, con frecuencia de interrogativas e imperativas (que dan un carácter breve y dinámico).

En cuanto a la estructura, las obras de este primer estilo son abiertas, es decir, pueden ser ampliadas o abreviadas pues las escenas tienen carácter episódico y se suman entre ellas, mediante una idea que les da unidad, con presencia de elementos cómicos abundantes como contraste a los elementos dramáticos, es decir, violencias, atropellos, venganza.

Aparece ya la técnica del contraste, de la polaridad.

Los personajes son más rígidos, esquemáticos: esa rigidez de valores es la característica del teatro áureo español.

Calderón asimila creadoramente los elementos de la dramaturgia corriente (la de Lope) pero los va adaptando, rechazando unos e intensificando otros, según una técnica esquemática que utiliza para expresar su visión del mundo.


Por lo contrario el segundo estilo de Calderón buscamos el ritmo solemne y mesurado y la suntuosidad verbal.

En efecto el segundo estilo es más original y se halla en las comedias religioso-filosóficas y mitológicas  y en los autos. En suma se trata de un género nuevo.


Los elementos más importantes de Calderón barroco son:

metáfora (consiste en establecer una identidad entre dos términos y emplear uno con el significado del otro, basándose en una comparación no expresada);

paradoja (consiste en unir ideas aparentemente contradictorias);

engaño-desengaño

claroscuro

eco

dinamismo

solemnidad



v Imaginería, conceptos y estilo lingüístico


La lengua es muy elaborada y, además de su sentido literal, tiene un sentido moral.

Calderón posee un sistema de imágenes poéticas, abundantes, ricas en significados y sugerencias que podemos organizar en torno a unos núcleos centrales:

NATURALEZA: los paisajes inhóspitos y hostiles y los cataclismos simbolizan acontecimientos fatales;

ASTRONOMIA: utilizada para describir la belleza femenina y la majestad real;

LUZ: simboliza la razón, la vida, el amor;

MITOLOGIA

REINO ANIMAL: el caballo simboliza el orgullo, el águila la realeza, etc.


En suma, podemos organizar toda la imaginería calderoniana en torno a los cuatro elementos:

tierra

agua

aire

fuego


La imaginería calderoniana está compuesta por los elementos correspondientes a cada uno de los cuatro elementos, como las criaturas animadas e inanimadas relacionadas con el elemento.


Calderón utiliza, con gran frecuencia, el conflicto y confusión de elementos, para significar el caos y, sobre todo, para indicar violencia, alteración.


El significado fundamental es la expresión de la polaridad barroca, de la oposición que sólo adquiere su unidad en Dios.


La paradoja domina la estructura dramática de muchas comedias y se expresa en varias oposiciones:

sueño/vigilia

amor/odio

muerte/vida

mal/bien

sombra/luz


Cada elemento tiene un valor simbólico y así la sombra será pecado, culpa, así como la muerte.

Por esta inquietud barroca de los opuestos se emplean frecuentemente figuras retóricas que expresan la oposición, como la antitesis (contraposición de una frase o de una palabra a otra de significación contraria), el oxímoron (consiste en la unión de dos palabras de significado opuesto) y la metáfora, forma privilegiada de expresión del arte barroco.


Los cuatros elementos de la imaginería de Calderón son dobles, es decir, pueden ser buenos y malos, tenebrosos y claros.

En suma, Calderón tiene una visión dual del mundo que determina un lenguaje ambiguo: todo toma dos aspectos, toda palabra dos sentidos.


Pero si el dinamismo es una característica fundamental, también lo es la solemnidad y el lenguaje pomposo y metafórico.

En suma podemos decir que el primer estilo de Calderón es el de la sencillez y concentración, mientras el segundo es el de la ampulosidad, de la solemnidad y de la extensión, pues se caracteriza por una sintaxis articulada y de periodos amplios.

También hay un aumento de elementos descriptivos (descripción de paisajes, estados psíquicos, monólogos, etc.) y de componentes líricos y meditativos.


Mientras que la metáforas del primer estilos eran más concisas, las del segundo son más suntuosas y elaboradas, ampliadas hasta el punto que los autos sacramentales son una alegoría continuada.



v Estructura y técnica dramática


La estructura de los dramas del primer estilo era abierta mientras que en el segundo estilo es cerrada pues cada escena es un elemento funcional de un conjunto coherente.

Además, se pasa de la suma de actos a un acto único (aunque Calderón siga dividendo en tres actos).


Habitualmente la acción comienza de repente para captar de forma inmediata el interés del espectador. Lo que ha ocurrido antes el momento en que se abre la acción se suele dar a conocer al espectador mediante largas narraciones. Este recurso, muy utilizado en todo el teatro del diecisiete, puede ser llamado "acción verbal" y se emplea, también, para las acciones que por su complicación no pueden aparecer en escena.


El amor tiene, muchas veces, las características de un juego en el que todo se reduce a una mecánica que conduce al matrimonio, con una serie de peripecias para retrasar el desenlace.


El monologo es el más usual recurso escénico para explicar la intimidad del personaje, no sólo su emotividad sino también su concepción de la vida.


Otro recurso habitual son los apartes, empleados para indicar los verdaderos sentimientos de un personaje, explicitar una intriga, dar al espectador la clave de un acontecimiento o descubrirle algún secreto.


Calderón (como los restantes dramaturgos del diecisiete) no tiene en cuenta las tres unidades clásicas o, por lo menos, las empleaba cuando, a su juicio, podían contribuir al valor dramático de determinadas comedias.


En cuanto a la relación estrofa-situación, Calderón emplea el verso largo y noble para escenas amplias y lentas, y el verso corto rimado para el monologo, el dialogo, y las escenas patéticas.


En muchas de las obras de Calderón se produce una perfecta fusión de música, pintura y efectos escénicos: es la teatralización del barroco, en que la vida se hace teatro y el teatro se hace vida.



v  Géneros dramáticos en la producción de Calderón


Calderón en su producción teatral experimentó varios géneros dramáticos:

  • comedias de capa y espada, costumbristas y mitológicas;
  • dramas religiosos, históricos y filosóficos;
  • tragedias de honor
  • autos sacramentales
  • teatro menor (entremeses, loas, etc.).

En todos los géneros Calderón emplea de manera personal los elementos dramatúrgicos que hereda, pero en unos géneros Calderón actúa como creador y no como simple remodelador de las normas corrientes. 

Esto es el caso de los autos sacramentales y de los dramas religiosos y filosóficos.







  • Comedias de capa y espada

Este genero, en le que había lucido Lope de Vega, fue característico de los corrales de comedias del diecisiete.

El fin de las comedias de capa y espada es divertir al espectador. Hay unos caracteres básicos que se repiten: dama, galán (seductor), gracioso (personaje que, en una obra teatral, tiene el papel de hacer y decir cosas que hacen reír), etc.

Los temas recurrentes son:

  • amor
  • celos
  • honor

En las comedias de capa y espada hay una mezcla de trágico y cómico y el no respeto de las tres unidades clásicas.


Las comedias de capa y espada de Calderón son:

Casa con dos puertas mala es de guardar;

La dama duende

El astrólogo fingido;

El maestro de danzar;

El escondido y la tapada.

Son las obras más convencionales de la producción dramática de Calderón y las de menor entidad conceptual.



  • Comedia costumbrista

Las comedias costumbristas toman su argumento de la historia, pero principalmente de la tradición popular y la leyenda, y pueden referirse a costumbres rurales o urbanas.

Las comedias costumbristas de Calderón son:

El alcalde de Zalamea, inspirada en una obra ya existente de Lope de Vega (Peribañez y el comendador de Ocaña);

La niña de Gómez Arias.


  • Drama religioso

Dentro del genero religioso buscamos la comedia de santos, el drama católico, la comedia histórica y bíblica pero sobre todo el auto-sacramental.

Calderón emplea el drama religioso siempre con una finalidad de aleccionar, instruir y mostrar las verdades y dogmas católicos.

Los temas más frecuentes de los autos sacramentales de Calderón fueron:

  • los dogmas de la iglesia;
  • las leyendas marianas;
  • la conversión de los paganos al cristianismo;
  • las vidas de santos y mártires;
  • las historias de la Biblia;
  • la oposición bien/mal.

Sin duda los temas y motivos de los dramas religiosos de Calderón no son nuevos (pues podemos encontrarlos en la dramaturgia medieval) pero nuestro autor los desarrolla con gran maestría.

Los más importantes dramas religiosos de Calderón son:

La devoción de la cruz

El príncipe constante;

El mágico prodigioso

El purgatorio de San Patricio;

Los dos amantes del cielo;

Los cabellos de Absalón.

Drama histórico


Lleva a escena la historia nacional y extranjera, y la historia clásica también como instrumento de propaganda bélica y exaltación patriótica.

El recurso a la historia puede servir también para presentar las grandes pasiones que acosan al hombre, o puede proporcionar símbolos para referirse al presente.


Los más importantes dramas históricos de Calderón son:

La hija del aire

Las armas de la hermosura

La cisma de Inglaterra (trata de la Reforma en Inglaterra, a los ojos de un cristiano);

El príncipe constante;

El alcalde de Zalamea (que tiene cierto valor histórico);

Amar después de la muerte (trata la historia más o menos contemporánea, es decir la victoria de Don Juan de Austria sobre los moriscos de la Alpujarra);

El sitio de Breda (trata de la famosa victoria española en la guerra de Flandes).


  • Tragedia de honor


Calderón escribió cuatro tragedias de honor en las que los celos del marido, guardián de su honra y de su mujer, terminan con la muerte de esposas inocentes, que no han cometido adulterio.


Estas cuatro obras son:

A secreto agravio, secreta venganza

El pintor se su deshonra

El medico de su honra

El mayor monstruo los celos



  • Comedia mitológica

La comedia mitológica había sido ya cultivada por Lope y sus discípulos, pero será Calderón el autor que supera en este genero a sus predecesores y contemporáneos, no sólo por las nuevas posibilidades de aparato escénico, sino por el amplio uso del simbolismo y la presentación en escena de problemas morales y sicológicos con valor universal, actualizando los mitos.


Los temas recurrentes en las comedias mitológicas de Calderón son:

  • la lucha con las fuerzas del mal;
  • la oposición razón/sentimiento;
  • la dualidad del hombre.

La fastuosidad, la espectacularidad, caracterizan a las comedias mitológicas y por eso podían ser representadas sólo en palacio del rey o de un alto aristócrata, por los costosos gastos de música y escenografía.


Las comedias mitológicas más importantes de Calderón son:

La estatua de Prometeo

Eco y Narciso

El hijo del sol, Faetón;

Ni amor se libra de amor;

Céfalo y Pocris;

Fieras afemina amor;

Celos aun del aire matan



  • Dramas filosóficos

Aunque en todas sus obras Calderón representa su concepción del mundo y de la vida, los dramas filosóficos presentan los grandes problemas del hombre con especial riqueza y profundidad.


La concepción calderoniana del mundo es caracterizada por el pesimismo y el desengaño de la vida.\


Según Calderón, la vida es peregrinación, teatro, sueño, pura ficción y el desengaño y el pesimismo generan una angustia que sólo se disuelve en Dios y por Dios.


Como hombre del barroco, Calderón emplea las antitesis:

  • vida/muerte
  • luz/tinieblas
  • culpa/salvación
  • sueño/vigilia
  • ilusión/verdad

Estas antitesis dan a la obra una estructura antitética.


Los dramas filosóficos más representativos de Calderón son:

La vida es sueño

En esta vida todo es verdad y todo mentira



  • Auto sacramental

Si Lope es el creador de la comedia nueva, Calderón es el creador del auto sacramental, nacido con las representaciones alegóricas de la Edad Media y característico del barroco español


Los autos sacramentales eran representados en carros en la calle, durante la celebración del Corpus, y tenían siempre un acto.


Los autos sacramentales tratan alegóricamente los misterios centrales de la religión católica, haciendo concreto lo abstracto, de modo que pueda ser comprendido y al mismo tiempo aleccione a un publico iletrado.


Los tres grandes protagonistas del auto sacramental son Dios, el hombre y el diablo (con sus aliados y antagonistas).


Desde 1684 es sólo Calderón el poeta encargado de escribir los autos del Corpus.


Calderón escribió, aproximadamente. 70 autos sacramentales, los más importantes de los cuales son:

El gran teatro del mundo

Lo que va del hombre a Dios

La vida es sueño

Los encantos de la culpa

La cena de Baltasar

Sueños hay que verdad son

A tu prójimo como a ti

No hay más fortuna que Dios



  • Teatro menor

El teatro menor de Calderón comprende unos géneros dramáticos breves y sin autonomía como los entremeses, las loas y los géneros musicales.

Se trata de composiciones que acompañaban a la comedia, al drama o al auto sacramental.







III.     ANALISIS CRITICO DE "EL ALCALDE DE ZALAMEA"



v  Fecha de composición


El alcalde de Zalamea de Calderón es posterior a la homónima comedia de Lope y se publica en 1651 con el titulo de El garrote más bien dado.

Podemos afirmar que la fecha de composición de la obra remonta a los primeros años de la década de 1640, entre 1642 y 1644.




v  Fuentes


Las fuentes del Alcalde de Zalamea son fuentes literarias e históricas, es decir:


  • Fuentes literarias

Podemos considerar el drama trágico de Calderón como una refundición del de Lope, pero la obra de Calderón supera al modelo hasta el punto de convertirse en un drama totalmente nuevo y original.


En efecto, mientras la obra de Lope es un drama acerca de un alcalde y la justicia, el de Calderón trata, esencialmente, del honor.


Aunque aparentemente los dos dramas tienen mucho en común, hay muchas diferencias y la dependencia de la obra de Calderón con respecto a la de Lope se limita a los elementos narrativo fundamentales de la historia, por lo que puede afirmarse que Calderón ha escrito un drama nuevo y no una refundición.


Por ejemplo, algunos personajes como Juan (hijo de Pedro Crespo), Mendo, Nuño, Rebolledo y la Chispa son una creación de Calderón.


Obviamente el lenguaje, las imágenes, el estilo, son plenamente calderonianos.


La fuente literaria de las obras de Lope y Calderón es una historia narrada en Il Novellino de Masuccio Salernitano (1476): marchando Don Fernando, príncipe de Aragón y rey de Sicilia, a Perpiñán, para liberarla del dominio francés, se detuvo en Valladolid en casa de un caballero castellano. Dos caballeros del rey deshonraron a las dos hijas del caballero castellano y el rey, después de haberle obligados a casarse con ellas, hizo degollar a los dos caballeros para hacer justicia.


En la obra de Calderón hay varias diferencias con respeto a la historia que cuenta Masuccio, pero la más importante es que la acción ocurre entre nobles mientras que en los dramas de Lope y Calderón aparece un factor clave: la oposición de clase.


Aunque no pueda considerarse una fuente literaria, hay que tener presente que la afirmación de los derechos del villano por parte del Rey es tema fundamental de importantes y anteriores obras dramáticas de Lope de Vega:

  • Peribañez y el comendador de Ocaña;
  • Fuenteovejuna;
  • El mejor alcalde, el rey.


v  Fuentes históricas y de la realidad circundante


Los dramaturgos del diecisiete se servían de la historia como fuente de argumentos pero sin ningún interés en ser rigurosos y considerándose plenamente libres para acomodar los hechos a las necesidades dramáticas.

Lo que les interesaba era utilizar hechos históricos y personajes reales conocidos para obtener éxito popular.


Calderón coloca el suceso en un contexto histórico, busca ofrecer un cuadro verosímil recurriendo al pasado para denunciar el presente.


En efecto, la violencia entre soldados y pueblo era una situación muy frecuente en la época de Calderón pues el ejercito se había convertido en el refugio de gente sin oficio, pícaros indisciplinados y ladrones, que hacían robos, malos tratos, ultrajes, deshonras y estupros, amparados en la jurisdicción militar.


Pues la obra de Calderón puede ser no simplemente un drama de honor, sino una obra de denuncia de una situación intolerable.



v  Personajes


Calderón fue maestro en la creación de caracteres de profundidad y coherencia sicológica.


Los personajes más importantes del Alcalde de Zalamea son:

  • Pedro Crespo;
  • el Capitán Álvaro;
  • Isabel;
  • el Rey.

Otros personajes del drama son:

  • Don Lope de Figueroa;
  • Juan Crespo;
  • El Sargento;
  • Mendo;
  • Rebolledo y la Chispa.


PERSONAJES PRINCIPALES


  • Pedro Crespo

Es el protagonista, es un labrador y esto constituye una excepción pues los héroes de Calderón pertenecen siempre a la clase aristocrática.

Pero esta no es una concesión democrática pues Crespo no es un pobre labrador, sino un labrador rico, antes bien, un hombre con enormes posesiones, el más rico de Zalamea.

Pedro Crespo está orgulloso de su estado, es un hombre estimado e intenta mostrarse como persona íntegra y orgullosa de su honra.

Como padre es cariñoso y atento con sus dos hijos (Juan e Isabel) y sus virtudes son prudencia, justicia y magnanimidad; pero tiene algunos defectos, es decir, excesivo orgullo y arrogancia, y exceso de prudencia.



  • el Capitán Álvaro

Es el antagonista de Pedro Crespo y su antitesis: tiene características negativas, es decir, es orgulloso, arrogante, obstinado, rebelde, tiránico e insensible.

Excesivamente orgulloso de su condición de militar, desdeña a los campesinos y les niega toda honra y dignidad.

Tras haber estuprado a Isabel, pretende estar libre de toda responsabilidad, amparándose en la jurisdicción militar, pero será ahorcado



  • Isabel

Es la hija de Pedro Crespo, deshonrada por el Capitán.

Es una muchacha prudente y celosa de su honra, con un carácter opuesto a su prima, la caprichuda y frívola Inés.



  • el Rey

El Rey tiene una función puramente mecánica en la obra, es decir, la de deus ex machina, un personaje que, en un momento crítico, aparece en una obra de teatro para resolver la situación.

En efecto el Rey, en calidad de representante máximo de la justicia en la tierra, soluciona el conflicto de jurisdicciones aceptando el hecho de que Pedro Crespo haya dado garrote (impiccato) al Capitán (en vez de degollarle) y nombrándolo alcalde perpetuo de Zalamea.

El rey en concreto es Felipe II, pero Calderón lo construye con los caracteres universales de la realeza que lo hacen vice-Dios en la tierra y, en cuanto tal, supremo administrador de justicia y salvaguarda del honor de todos sus súbditos.



PERSONAJES SECUNDARIOS


  • Don Lope de Figueroa

Es un viejo general, una figura histórica que aparece en otra obra de Calderón (Amar después de la muerte)y que representa la rectitud y el honor militar.

Es parecido a Pedro Crespo y tiene muchas de sus virtudes y también el defecto del orgullo y la misma obstinación en defender sus derechos.

Don Lope, como máxima autoridad militar en Zalamea, defiende el honor militar y mantiene un concepto clasista del honor, en contra de Pedro Crespo que lo establece en la dignidad del hombre.




  • Juan Crespo

Hijo de Pedro Crespo, es menos prudente que su padre (por ser joven) e igualmente celoso del honor familiar, pero de modo mucho más estricto y convencional que su padre, pues quería matar a su hermana.

Pero Juan se nos muestra como hijo obediente que acepta los consejos que le da su padre, sobre todo e cuanto a prudencia, honradez y orgullo de su ascendencia.

Por otra parte, no está tan orgulloso de su situación pues se siente fascinado por el mundo militar, hasta el punto de abandonar sus futuras posesiones para enrolarse en el regimiento de don Lope. Quizás Calderón quiso representar el personaje del joven rural, deseoso de abandonar su ambiente y elevarse socialmente, marchando a la ciudad.

Efectivamente, en el siglo diecisiete el éxodo rural (especialmente hacia Madrid) fue una constante pero nunca se produjo en el caso de labradores tan ricos como los Crespos.



  • el Sargento

Es el cómplice y el apoyo del Capitán pues es el responsable de que el Capitán se aloje en casa de Pedro Crespo e, indirectamente, de los hechos que seguirán.



  • Mendo

Es un hidalgo empobrecido que afirma que el honor procede de la nobleza y no de la virtud o de la dignidad moral, como afirma Pedro Crespo.

En el siglo diecisiete los hidalgos sustrajeron a la economía española un enorme potencial humano y por su inactividad y rechazo del trabajo fueron responsables de la decadencia económica de España.




  • Rebolledo y la Chispa

Son los dos personajes que llevan a la escena el elemento pintoresco y realista y actúan como contrapeso a la dignidad de los restantes personajes.

Rebolledo, antitesis del soldado que lucha por un ideal, está orgulloso de su deserción, mientras que su compañera, la Chispa, también tiene su propio sentido del honor aunque se proclame la "bolichera", es decir, la regenta de una casa o de un garito (bisca) donde se juega al boliche (birilli).




v Estructura y forma


Las características principales del Alcalde de Zalamea son:

tres actos

verso según situación

mezcla de trágico y cómico

no respeto de las unidades clásicas (tiempo, lugar y acción).


Calderón emplea de manera original los principios generales y también hace innovaciones con respecto a sus contemporáneos.

Una de las constantes  de la dramaturgia del diecisiete es quebrantar voluntariamente las tres unidades clásicas (acción, lugar, tiempo) pero Calderón se daba perfecta cuenta de la utilidad de las unidades y las emplea cuando podían contribuir al valor dramático.

Aunque Calderón acepta los principios no clásicos de la comedia, tiende siempre a un mayor clasicismo que sus predecesores y contemporáneos: por ejemplo, en el Alcalde de Zalamea, cumple la unidad de lugar (Zalamea) y, más o menos, de acción, pero no la unidad de tiempo porque, aunque aparentemente la acción ocurre en 24 horas, en realidad transcurren cuatro días del comienzo al final.


Pero lo más importante es la utilización simbólica de la oposición luz/tinieblas pues Calderón sitúa en las tinieblas (noche) los momentos críticos, como el atropello contra Isabel.

En conclusión, la luz simboliza el honor y la armonía (en efecto Calderón describe el honor sirviéndose de imágenes de luz) mientras las tinieblas simbolizan el deshonor y la discordia.


Según esto, la deshonra de Pedro Crespo ocurre en la noche y se asocia a las tinieblas, mientras que la recuperación de su honra ocurre en el día y se asocia a la luz.


La maestría de Calderón está en el dar a sus obras una apariencia de espontaneidad y naturalidad.

El alcalde de Zalamea constituye una excepción en la producción dramática de Calderón pues el pretendido realismo y la llaneza de esta obra contrasta con el artificio y la oscuridad barroca de la mayor parte de su producción.



v Estilo e imaginería


En cuanto al estilo una de las características mas marcada del Alcalde es la riqueza de léxico pues Calderón emplea con propiedad el léxico militar, institucional, legal; aunque esta obra es calificada como costumbrista, no son abundantes los términos de color local.


Desde un punto de vista sintáctico, Calderón prefiere la coordinación y la oración breve.

Las imágenes y metáforas son menos suntuosas y elaboradas que en la dramaturgia calderoniana del segundo estilo, pero no falta la imaginería basada en los cuatros elementos (agua, tierra, aire, fuego) y el conflicto y la confusión de elementos para significar el caos, la violencia, el desorden.


Calderón emplea la técnica de la diseminación-recolección, frecuente en el teatro del diecisiete. Esta técnica consiste en recoger en los últimos versos las imágenes dispersas en los versos precedentes.

Lope, aunque con menor perfección y profundidad, también emplea este recurso, nombrado técnica del ovillejo. 



v Temas y significados


Los temas fundamentales del Alcalde de Zalamea son:

amor

justicia

honor



Amor

El amor está en el centro del sistema conceptual de la comedia del diecisiete, generando intrigas y Calderón pone en práctica esta concepción del amor en muchas de sus obras, pero no en El alcalde de Zalamea, en el cual el amor no juega un papel muy importante.

En efecto, Calderón en el Alcalde no ha llevado a la escena el tipificado amor dama-galán para presentar, en cambio, el amor como violación, como deseo carnal: Calderón desarrolla la forma violenta del deseo, que se hace en el Capitán pasión irresistible y que culmina en la violación de Isabel.


Además Calderón trata otra forma de amor: el amor a sí mismo, egoísta y que adopta formas de rigidez social.

Pero hay también otras manifestaciones de amor que juegan un papel importante en la obra: son el amor paternal de Pedro Crespo y el amor entre los dos hermanos (Juan e Isabel). Otra forma de amor es la amistad, el mutuo respecto y la estima entre Pedro Crespo y el general Don Lope de Figueroa.


Justicia. Soldado/aldeano

La oposición entre lo intereses civiles y militares es un tema clave en El alcalde, y también lo es la oposición de jurisdicciones que se resuelve favorablemente para Pedro Crespo.

En efecto, los excesos de los soldados en las villas y aldeas eran triste realidad en el siglo diecisiete y Calderón en El alcalde nos da testimonio de esta realidad y por eso pertenece a la serie de obras que muestran la violencia de nobles al pueblo, como:

Peribañez y el comendador de Ocaña;

Fuenteovejuna;

El mejor alcalde, el Rey.


Además, El alcalde presenta la anormal situación de que el noble (el Capitán) sea castigado por un villano (Pedro Crespo).



Honor

El tema del honor es el más importante en El alcalde de Zalamea donde hay concepciones distintas y también contrapuestas de este tema.


En efecto, cada uno de los personajes tiene una diferente concepción del honor:

el Capitán, Don Lope de Figueroa y don Mendo consideran el honor como dignidad que procede de la nobleza (del noble nacimiento);

Pedro Crespo tiene una concepción del honor como patrimonio del alma: según Crespo, el honor es integridad y dignidad individual, no depende de la noble sangre.


El alcalde de Zalamea es una crítica del artificioso honor que procede de la nobleza pues, según Calderón, el honor se refiere a la dignidad humana del individuo, es algo conectado con la virtud y no con el alto rango, la nobleza..


Pero, en general, no se pone el acento tanto en la auténtica virtud moral, sino en la opinión, es decir el concepto que tienen los demás de la dignidad de un hombre y en el hecho de que la honra y la dignidad de Pedro Crespo nacen de su riqueza: en efecto, Crespo no es un villano cualquiera sino el labrador más rico de Zalamea.


Al final del drama, Pedro Crespo es nombrado alcalde perpetuo de Zalamea, Juan se enrola en el ejército e Isabel entra en un convento.



v Otros significados e implicaciones


El tema del honor es el más importante, el fundamental, en El alcalde de Zalamea y no se reduce a la relación marido-mujer sino comprende el honor social como reputación.

Según el principio de justicia poética (que pertenece a la literatura y no a la vida) todo culpable ha de ser punido, como el Capitán que paga su delito con la muerte. Pero Pedro Crespo y su familia también sufren y no son culpables: el sufrimiento de estos personajes es justificado con su orgullo.

Además, todos han intentado actuar prudentemente, lo que muestra que la prudencia no es siempre una garantía de buen fin: aquí comienza el contenido filosófico del drama: la obra muestra que no se puede ser feliz en el mundo ni ejerciendo la razón, ni actuando en armonía con la naturaleza ni cumpliendo la ley, porque todo en este mundo es imprevisible y el hombre puede errar aunque intente actuar prudentemente.

Por eso hay que obedecer las enseñanzas de la religión pero la felicidad del hombre y su salvación están en Dios.  





Calderón, al igual que los restantes dramaturgos del diecisiete, no divide sus obras dramáticas en escenas. La sola división que establece es la de las tres jornadas. La separación en escenas el autor sólo la señala mediante las indicaciones escénicas (entran, salen).


Los villanos estaban obligados a alojas en sus casas a los soldados de paso. Esta obligación se llamaba "cargo de aposento".


Don Lope de Figueroa pasó a la mitología popular como héroe nacional y aparece frecuentemente en obras dramáticas de Calderón (Amar después de la muerte) y de Lope de Vega (El asalto de Mastrique).


Todos los que no poseían titulo de nobleza se llamaban villanos. La hidalguía era el grado más bajo de la nobleza.

La corona, sin dinero por el lujo de la corte y las costosas guerras de prestigio, puso en venta cargos públicos, títulos de realeza, etc., y los que disponían de recursos compraban una ejecutoria, es decir un titulo de hidalguía. Pedro Crespo, desde su criterio de dignidad natural no basada en la nobleza, ataca este vicio nacional, pero no se libra del prejuicio de la limpieza de sangre. Además, no bastaba ser honrado sino que los demás le considerasen como honrado.


El labrador era considerado cristiano viejo y, por tanto, de sangre limpia y sin ascendentes moros. Ser labrador era una garantía y tener ascendentes labradores era una garantía de limpieza de sangre y poseerla era máxima aspiración en la España del diecisiete dividida en dos castas: cristianos viejos y cristianos nuevos.


El Sargento es el responsable indirecto de todo lo que va a ocurrir.


Calderón debió admirar a Miguel de Cervantes pues lo cita en varias ocasiones en su primer teatro.


En el teatro del diecisiete lo que divertía y atraía no era el reflejo de la vida cotidiana sino las situaciones-limites y extremas, aunque su credibilidad se apoyara en la realidad porque debía ser verosímil.


La muerte de capitán es venganza y solución publica para el problema de deshonra pero no es remedio y por eso Pedro Crespo ha pensado en la reparación mediante el matrimonio.




El Alcalde de Zalamea


Calderón presenta la acción de este drama trágico cuando las tropas de Felipe II marchaban a Portugal; se supone que un tercio de las tropas se aloja brevemente en Zalamea (de la Serena y no Zalamea la Real) y que un capitán causa un incidente muy grave. Pocos días después el Rey hace un edicto para evitar los excesos de las tropas de paso, sobre todo contra las mujeres.


La desgraciada aventura romántica del Capitán que toma con la fuerza a Isabel se debe a la imaginación poética de Calderón y sirve para plantear el drama del honor. En suma, Calderón inserta las noticias de la vida militar que conocía, en una tradición literaria.


La fórmula teatral la había tomado de Lope de Vega (Arte Nuevo): Calderón sigue sus indicaciones para plantear un conflicto esencial entre villanos y militares.

Lope de Vega en su poética había afirmado que la comedia nueva tiene que ser un espejo de la vida, producir un acercamiento a la realidad. Lope defendió la idea de la verosimilitud aunque es inapropiado hablar de teatro realista en el Siglo de Oro.

El teatro del Siglo de Oro propone un acercamiento de tipo filosófico a la vida, en contraste con la tendencia a la imitación de los clásicos.

Por lo tanto, las escenas eran apariencia de lo real, no retrato perfecto de la vida.

Calderón llega a esa apariencia de realidad en El Alcalde de Zalamea donde también hay toque de verismo: el padre que busca restaurar el honor de su hija y la audacia impulsiva del joven Juan.  


El honor de Pedro Crespo y de su familia es un honor horizontal, igualitario; en cambio, Don Álvaro tiene una concepción del honor vertical, no igualitario, sino caracterizado por la posición social.


Isabel representa la obediencia filial, la hermosura armónica y pura.

Esta armonía se altera con la llegada de los soldados y culmina en la violación de Isabel

La restauración del orden se obtiene por medio de Felipe II que actúa como deus ex machina afirmando que la sentencia de Pedro Crespo es justa y nombrándolo alcalde perpetuo de Zalamea.


Como el asunto de la comedia es basado en una causa jurídica, hay abundantes términos legales.

La tensión dramática es marcada por las exclamaciones.

En la obra son frecuentes las canciones populares, de acuerdo con la practica difundida por la escuela de Lope de Vega: en efecto, la canción es empleada para enriquecer el texto dramático.




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